Una de las ventajas más interesantes que sin duda ofrece Internet y con ella la edición de blogs, páginas web, redes sociales, etc. etc., etc., es como poco, la de conceder a todos aquellos que la utilizan, la posibilidad de editar de forma inmediata, continua y casi infinita, cualquier tipo de producción que haya salido de sus cerebros. El resultado de todo ello es un producto que a diferencia de lo que venía ocurriendo en el pasado, nunca, jamás y bajo ningun pretexto, dejará de crecer, cambiar y adaptarse a las circunstancias en las cuales por fuerza deba desarrollarse, hecho que nos hace pensar a su vez en la mismísima vida y existencia de las cosas que -para que nos entendamos- esta vez sí son cien por cien "reales".

Este blog de lo que trata por tanto es de aprovechar esos "vericuetos" virtuales, y a partir de ahí equiparar la literatura (en otro lugar pasará lo mismo con la música) a un estado muy próximo a la existencia. A un estado en el cual "como en la vida misma", las cosas puede que un día sean fantásticas y al siguiente no valgan absolutamente nada, pero lo que no pasará nunca es que continuen siendo perezosamente iguales a como lo habían sido siempre. Porque, ¿alguien ha tenido alguna vez el placer de conocer a alguna persona que estuviese totalmente finalizada? O más aún: ¿alguien puede precisar el día y la hora en que tal o cual sentimiento se extinguió para siempre?



lunes, 3 de enero de 2011

El picapleitos

Los hechos gritó el abogado defensor, de pie, desafiante frente al jurado, al acusado, y toda la ambición que había en él y en todos los que son como él. Ahora ciñámonos a los hechos continuó. A la realidad. No a lo que queremos que sea sino a lo que es. No a lo que querríamos tener sino a lo que tenemos. A lo que somos y no a lo que querríamos ser. Números Señoría. Dinero en el banco. Marca y modelo del vehículo Señor. Libros publicados. Discos grabados, premios concedidos y toda esa mierda que tan poco les gusta que les restrieguen por la cara a los soñadores que son como usted, y que siempre dicen: ¡Bla, bla, bla! pero que nunca hacen nada. «¡ABOGADO NO SE PASE!». Tiempo útil y tiempo malgastado señores y señoras. Con quien duermes cada noche y no con quién querrías dormir, follar, y todo las demás cosas que hace la gente cuando dice que se quiere. Yo me refiero a tener el suelo bajo tus pies y tú estar encima de ellos. Sí, eso, como a continuación. El suelo, los pies y después tú. «¡Perdone abogado, todo eso que dice está muy bien pero no conduce a ningún sitio! ¿A dónde pretende llegar? ¿Qué es lo que intenta hacernos entender?» Dos más dos señores y señoras del jurado. Señoría. Dos más dos es cuanto quería decir.